Un espacio en el que la verdad no tiene fronteras, con cabida para la opinión y el concepto, y en donde historia, literatura y buen gusto son los ingredientes principales.

domingo, julio 16, 2006

Internet y la literatura

Hace diez años, cuando iniciamos Editorial Sagitario, una pequeña editora mexicana radicada en Acapulco y conformada por cuatro socios escritores cuyo único fin era promover y financiar nuevos valores, no imaginamos jamás que el mercado editorial estuviera tan monopolizado. Como nunca falta un librero honesto, alguien por ahí nos dijo así de plano: ni aquí ni en ninguna librería de influencia podrán ustedes vender sus libros. Si acaso les llegara a comprar alguno –como yo- sería fuertemente castigado por el monopolio suspendiéndole la venta de los libros que sí se venden y que sostienen a una librería.

Logramos colocar nuestros primeros títulos en pequeñas librerías en nuestra propia provincia, pero pudimos darnos cuenta de que sólo era una forma de apaciguarnos. En cuanto recibían nuestros ejemplares, les colocaban en el fondo del rincón más oculto de su negocio. Hubo una librería que, tras cuatro años de rogarles primero y exigirles después la devolución de nuestros libros, nos permitieron entrar a recogerlos, llenos de polvo, de exactamente el mismo lugar en que les colocamos al entregarles.

El monopolio no negaba el que los pequeños editores pudiésemos llegar a los distribuidores –sus distribuidores- que, como burla y parte del plan para evitar esa llegada, exigían 5 mil ejemplares nuevos por título, del 80% de comisión sobre precio público y corte –que no liquidación- a los nueve meses de promoción. Finalmente, y como puntilla, señalaban muy formalmente que, para liquidar los diez o veinte ejemplares que se llegaren a vender, debíamos recibir la devolución de los 4,980 sobrantes... y volverles a enviar cinco mil ejemplares de ese mismo título... nuevos!

Imagínense! Ninguna pequeña editorial hace ediciones de 5 mil ejemplares, si acaso de mil y con el consiguiente riesgo. Luego, pagar el 80% de precio público! A qué precio debiera darse el ejemplar de un escritor desconocido para sacar, al menos, los costos. En fin... para qué seguirle.

En nuestra desesperación, encontramos una ventana al mundo: Internet! Pronto nos dimos cuenta de que en la red todos tienen el mismo tamaño. Y subimos nuestros catálogos! Quizá no logramos ventas importantes, pero sí lo más importante para esos escritores noveles: la promoción de su obra!

Con mucho trabajo debimos aprender a navegar, a diseñar, a “subir” nuestras páginas. Comenzamos en portales gratuitos como Terra, Tripod y Lycos... a quienes siempre hemos de agradecer su apoyo tanto como a Google en materia de difusión. Luego, se nos ocurrió hospedarnos en un portal particular mexicano que, de repente y sin darnos aviso, simplemente nos borró todas nuestras páginas y nos sacó de la red. Logramos enterarnos de que su propietario tenía profunda relación con magnates de ese conocido monopolio editorial mexicano. Así, volvimos a los portales gratuitos que, amablemente, nos dieron cabida de nueva cuenta.

Al parecer ya todo iba bien, pero... de repente, algún hacker entró y bloqueó casi todas las páginas de nuestra web. Lo hizo principalmente en las que promocionábamos obras y autores. Mucha casualidad. Sin embargo, y con mucho esfuerzo pues el mismo bloqueo no nos permitía entrar al portal para editarlo, logramos desbloquearlo y ya lo tenemos de nueva cuenta casi listo en http://usuarios.lycos.es/acmelitmod/editorial.htm

Yo pregunto: qué ganan esos grandes monopolios con frenar a las hormigas? No sería más lógico observarles, ver quienes crecen y –hasta con nuestra aceptación y beneplácito- piratearnos a quienes tocan las puertas del éxito para que sean ello los que los impulsen?

No sé... creo que cada quien tiene una forma muy especial de pensar. Mientras tanto, y a pesar también de la ingratitud de muchos autores financiados, seguiremos en la lucha por promover la literatura moderna y sus nuevos exponentes. Al final de cuentas, tenemos el mercado internacional más amplio y respetado del mundo: Internet! Saludos y gracias a los cibernautas que nos siguen y apoya. Un fraternal abrazo.