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martes, agosto 01, 2006

La locura de Andrés Manuel López Obrador

Qué es un derecho ciudadano? La facultad que tiene un individuo de que se le permita hacer o decir algo a su libre albedrío.

Hasta dónde llega el derecho de un hombre? Hasta donde empieza el derecho de un tercero.

Qué es un Presidente? La cabeza ejecutiva del gobierno emanado del pueblo, responsable básicamente de la libertad de los derechos de sus ciudadanos.

Quién es el primero que debe observar, en el cumplimiento de sus propios derechos, el respeto a los derechos de los demás? Ese Presidente.

Con todo lo que Andrés Manuel López Obrador ha hecho –u ordenado hacer- en estos últimos días... ha perdido la Presidencia de la República!

Como periodista y escritor, es obligación moral para mi ser apolítico. Qué es ser apolítico? Es ser ajeno a la política... pero no para evadir una responsabilidad, sino para adquirir otra mayor: la posibilidad de criticar a esa política, sus políticos y sus partidos.

Un candidato, sea cual sea el puesto que desee alcanzar, debe tener palabra. Por desgracia, el 99.9% de los políticos del mundo no la tienen. Pero López Obrador ni siquiera ha disimulado su falta de ética. Hoy asegura que respetará, pero mañana argumenta que a su modo y exigencia. No se puede exigir lo que no se está dispuesto a dar. El no ha dado ejemplo más que de embrollo, argucias, mentira y problemas. Así, incluso quienes creían en él se apartan.

En la imagen que se da en la televisión –vista por confines más allá de nuestras fronteras, y por las notas de corresponsales extranjeros- parece que los seguidores del candidato perdedor de las elecciones 2006 mexicanas son muchos. Sin embargo, incluso en la ciudad de sus poderes –la capital del país- ni siquiera ha podido llenar los campamentos que –arbitrariamente- ha abierto a lo largo del famoso Paseo de la Reforma, partiendo en dos a la ciudad y desquiciándola.

El acomplejado político recibió una carta de intelectuales mexicanos, conminándolo a rectificar sus acciones. No la entendió. Sus recursos mentales no dan para el tipo de léxico que en la misiva se expone. Y no se diga de alguno de sus colaboradores que pudiese haber intentado “traducirla”.

Es verdad que –con todo y sus gritos- los tiempos son marcados por el Tribunal Electoral Federal. Una vez vencidos estos, otro gallo cantará en el corral de la justicia. Entonces, a Andrés Manuel no le quedarán más que dos caminos: o se encuadra en la ley y acepta el veredicto... o se atiene a las consecuencias.

Estas también pueden ser de dos clases: o lo “reprimen” las autoridades constituidas... o la propia ciudadanía lo lincha.... porque hay que ver el odio que ha generado!

El único riesgo grande que teme la patria, es que los seguidores de López Obrador opten por la lucha armada –como tanto se ha amenazado- y lancen a México a una tonta guerra civil. Esperemos en Dios que no.