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martes, octubre 24, 2006

El Grupo Talímene

Estando en plan de descanso en el Centro Vacacional Metepec, allá por la bella Atlixco, cerca de la ciudad de Puebla en la República Mexicana, asistí al pequeño teatro del lugar para presenciar Aroma de Cariño, del contemporáneo Jesús González Dávila.
Si bien esperaba una representación amateur, debo reconocer que el Grupo Talímene me dio una lección. No llegan al profesionalismo, pero le pegan cerca a pesar de la juventud de la mayoría de sus integrantes.
La obra, ubicada en la época actual, habla con suprema emotividad de la pérdida del amor como origen de todos los males, del padre abusador, de la madre entregada al trabajo y de las hijas abusadas y descarriadas. En pocas palabras, como dijese Vicente Leñero, el desmoronamiento de la familia llevada a los extremos.
El actor, un dramaturgo obsesivo, pero fiel a sí mismo con sus demonios, pasiones y anhelos, según Fernando de Ita.
Los actores, tres jovencitas lugareñas: Dulce Pedraza, que encarna a Blanca; Libertad Montes, que personaliza a Luzma, y Stephanía Martínez, como Jenifer. El padre -Pedro- lo encarna Alejandro Rodríguez, bajo cuyo cargo queda igualmente la dirección. Su presencia en el prosenio muestra algún nerviosismo todavía, pero fácil de deshechar.
Lo más importante de esta producción de Radici Teatro Maricela Saavedra, es el esfuerzo que despliegan por la subsistencia de un arte ya casi perdido, sobre todo en provincia, y que lucha desesperadamente por permanecer.
Un aplauso comedido, pero igualmente un llamado para redoblar esfuerzos en bien del Teatro. Felicidades!