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sábado, diciembre 16, 2006

CONTRA LA HISTORIA... NO!

Harim B. Gutiérrez, miembro del grupo de historiadores H México de la Universidad Nacional Autónoma de México, a la que honrosamente también pertenezco, nos envió un comunicado en el que hace ver su profunda preocupación por los daños que pudiesen resentir tanto la investigación histórica como la conservación de la memoria colectiva de nuestro país.

El 12 de diciembre, El Universal publica una nota en la que el diputado José Alfonso Suárez del Real, Secretario de la Comisión de Cultura, señala que “uno de los recortes más preocupantes –en cuestión del presupuesto 2007- es el que se plantea para el Archivo General de la Nación, instancia cultural dependiente de la Secretaría de Gobernación, que sufriría un recorte del 59.4% en sus recursos. De 103 millones de pesos pasaría a menos de 42 millones: una reducción de más de 61 millones".

Los investigadores que hemos trabajado en el AGN –dice Harim y respaldamos nosotros- sabemos que las condiciones en que trabaja esta institución no son las mejores, y no es difícil imaginar lo que pasaría si se le recorta más de la mitad de su presupuesto.

La preocupación de nuestro colega es más que bien fundada. Los recortes presupuestales siempre toman como primer línea de fuego a la cultura. Pero hay algo más que debe preocuparnos a quienes nos dedicamos a la investigación histórica: la desaparición de esta materia como tal en los planes de educación pública.

La historia es la raíz de todo pueblo. El futuro de una nación se finca en su pasado. Incluso los errores, cometidos en el pasado, sirven para la rectificación de acciones en el futuro. El pasado es, pues, el cimiento del futuro. Cómo es entonces que cada vez más enterremos ese pasado? Las noticias de nuevos hallazgos arqueológicos, celebradas por el aparato oficial con bombo y platillo, me hacen pensar que, en realidad, son cortinas de humo para ocultar lo contrario.

Felipe Calderón es un hombre de cultura; procede incluso de una prosapia de hombres cultos; de ahí que guardo la esperanza de que ese tipo de recortes hayan sido planeados por esa gentuza de escritorio que siempre prepara programas y planes en las rodillas, y que en su momento –y ante las voces de reclamo de una comunidad de historiadores creciente- el Señor Presidente dará cuenta de un giro que apunte hacia sectores menos importantes en el devenir histórico nacional.

Si así fuere, nada mal estaría también que instruyera a su Secretaria de Educación Pública, la siempre respetada y admirada Doña Josefina Vázquez Mota, para que se revisaran seriamente los programas de estudio y se restituyera –con la calidad debida- la materia de historia, tanto universal como de México, incluyendo las verdades que afloran ahora y destruyen mitos heredados del pasado.

Dicen que soñar no cuesta nada. Pero es época de Navidad y, a veces, los deseos se hacen realidad. Saludos, Don Felipe.